La nueva casa apuntada por los investigadores está ubicada en Charrúas al 1000, a unas 30 cuadras del hogar de la familia de la víctima y muy próxima al lugar donde fue arrojado el cuerpo de la menor.
Según refieren los vecinos, allí vive un matrimonio de edad avanzada. El hombre sería carpintero, mientras que su esposa estaría postrada por una enfermedad.
Las autoridades ya habían ubicado hace dos días otra casa en donde podría haber estado cautiva la menor, pero tras realizar peritajes esa pista quedó casi descartada.
Esa primera vivienda señalada por los investigadores estaba deshabitada desde hace dos años y se encuentra a unas diez cuadras del hogar de Candela.
Las sospechas sobre el inmueble habían surgido por la aparición de un grupo de hombres que llegó el último domingo, le pintó la fachada y realizó otras refacciones.
Sin embargo, en las últimas horas una mujer llamada Zaida Cabrera dijo ser la propietaria de la casa, negó tener vinculación con el crimen y aclaró que mandó a pintarla porque tenía pensado alquilarla.
"La Policía nos está usando de perejiles" para tapar sus propios errores, afirmó Cabrera.
Fuente: infobae.com