Allí se encontraba Flores, allegado a la familia, quien aprovechó que no estaban los padres de la menor, y en un descuido de la niñera, manoseó a la nena que había llegado de visita.
El segundo hecho en perjuicio de la misma nena, ocurrió el 15 de agosto del año pasado, alrededor de las 20 horas, cuando Flores llegó a la casa del abuelo de la menor, quien se dedica a realizar fletes.
Allí lo atendió la esposa, quien le dijo que el hombre no estaba, pero Flores en realidad buscaba a la menor, y mediante engaños logró trasladarla hasta un predio del ferrocarril, donde volvió a someterla a manoseos.
En un momento aparecieron otras personas, por lo que Flores le tapó la boca a la nena para que no grite, y se ocultó entre la maleza.
Después la regresó a la casa, e intentó convencerla con golosinas para que no cuente lo sucedido.