Páez sufrió un terrible accidente en la unión de las rutas provincial 5 y nacional 34. El siniestro ocurrió ayer, alrededor de las 11.15.
Por la ruta 34, de sur a norte, circulaba un automóvil Ford Focus blanco, dominio GTI-804, que era conducido por Alberto Romero (55 años), quien viajaba junto a su esposa Ana Soria (28) y a la hija de ambos, de seis meses. Los tres regresaban a la ciudad de Tartagal, provincia de Salta, donde residen.
Por causas que se tratan de establecer, al llegar a la intersección con la ruta 5, el auto embistió violentamente la Yamaha que era conducida por Páez y que circulaba por la arteria provincial, de oeste a este. Al parecer, ninguno de los dos conductores frenó.
El motociclista golpeó contra el capó y salió despedido varios metros. Se arrastró por el carril este de la ruta 34 y terminó inmóvil sobre el pavimento. La muerte fue casi instantánea.
En tanto, a raíz del violento choque, el conductor del auto, perdió el control del rodado, cruzó hacia la banquina contraria de la ruta 34 y volcó. Finalmente, quedó con las ruedas hacia arriba y en una zanja del desagüe.
Los tres ocupantes del rodado fueron rescatados y asistidos por personal del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de La Banda. La que presentaba mayores lesiones es Soria, quien sufrió heridas en el rostro y acusaba dolores en la columna. Al parecer, la mujer se encontraba amamantando a su hija cuando ocurrió el siniestro vial, lo que evitó que la beba sufriera graves consecuencias ya que la contuvo contra su pecho y la cubrió con sus brazos.
Soria y Romero (con aparentes lesiones leves, ya que viajaba con cinturón de seguridad) fueron trasladados por los bomberos hasta el Hospital Antenor Álvarez y la beba, al Hospital de Niños Francisco Viano. Desde allí fueron derivados luego al Hospital Regional y al Cepsi de la ciudad capital.
En tanto, el médico de policía, Fabricio Acosta, comprobó que Páez había dejado de existir, a causa de politraumatismos varios y fractura de base de cráneo.
Al lugar acudió personal de la Seccional 14, a cargo del oficial subinpector Jorge Adra, y de la Sección Criminalística de la Unidad Regional 2, al mando del cabo primero Miguel Rojas.
Fuente: elliberal.com.ar