El hecho había sucedido el 23 de junio del año pasado en una vivienda de San Isidro, donde el imputado, de 51 años, intentó mantener relaciones sexuales por la fuerza, con su hija de 23.
En los alegatos, el fiscal Gustavo Bergesio mantuvo la acusación por intento de abuso doblemente agravado, por el vínculo y por haber causado un grave daño a la salud de la víctima, por lo que pidió la pena de 7 años de prisión.
Por su parte el defensor Pablo Gallardo, consideró que el intento de abuso no existió, y que solo se trató de un incidente familiar, por lo que pidió que se condene al acusado por lesiones leves.
En el debate, la víctima no solo ratificó los cargos, sino que además reveló haber sido sometida sexualmente en otras oportunidades por su padre, y a consecuencia de ello los jueces ordenaron remitir los antecedentes a la Fiscalía General, para iniciar una investigación sumplementaria.
El próximo 19 de septiembre, el tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia.