El fiscal Gustavo Bergesio había pedido la pena de seis años y seis meses de prisión, además de las medidas tendientes a su reinserción social; y la defensora oficial, Mercedes Gandía, solicitó una condena leve.
Los jueces lo hallaron culpable por los delitos de daños, robo simple, hurto, robo en grado de tentativa y robo calificado, varios de los cuales fueron reconocidos por el imputado.
Pereyra había sorprendido en la primera jornada del juicio, cuando al declarar ante los jueces rechazó los cargos en su contra y pidió perdón por otros delitos que no estaban contemplados en la causa.