En el juicio que se desarrolló en septiembre del año pasado, el acusado fue encontrado culpable de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa, y lesiones graves en contra de su hija adoptiva, quien por entonces tenía 20 años de edad.
El hecho sucedió en una vivienda de la localidad de San Isidro, departamento Valle Viejo, donde el acusado convivía con la víctima.
Pero en el juicio se supo que la víctima es madre de dos criaturas: un varón nacido en diciembre de 2003 y una nena que nació en enero de 2007 y que, según sus dichos, fueron concebidas en sendos hechos de violación por parte de su padre adoptivo.
Al dictar sentencia, el tribunal ordenó remitir el caso a la fiscalía que corresponda, para investigar la posible comisión de otros delitos por parte del sujeto, y el caso recayó en lo del doctor Miguel Mauvecín.
Como primera medida, el magistrado dispuso pruebas genéticas a las dos criaturas, para establecer la paternidad del imputado.
Los resultados de las pruebas llegaron en los primeros días de esta semana, y confirmaron la paternidad del acusado, con un 99.99 % de probabilidad en ambos casos.
Por ello le atribuyó ahora dos hechos de abuso sexual con acceso carnal, y le envió un informe al juez de Ejecución Penal, para evitar que el acusado sea beneficiado con algún tipo de salida de la cárcel.