La investigación se inició el 15 de enero de 2009, cuando la damnificada que tenía entonces 20 años, se presentó con un tío en la Fiscalía del Crimen de Segunda Nominación.
Ante la fiscala Aída Farrán Serlé relató las penurias que vivió durante casi una década y que recurría a ella porque no estaba dispuesta a continuar con ese calvario. La denunciante contó que los ataques sexuales comenzaron cuando ella tenía 11 años y prolongaron en el tiempo bajo amenazas.
Una de ellas era que si revelaba la relación incestuosa la mataría o que iba a echarle agua hirviendo.
Según se supo, los hermanos vivían en una humilde vivienda del paraje Averías (departamento Figueroa), junto a su madre que es invidente.
Para dar curso a su denuncia, recurrió a unos tíos que viven en esta capital, donde se alojó mientras se le realizaron los estudios y pericias en el Cuerpo Médico Forense.
Pero sus penurias no finalizaron en ese momento, sino que al volver a su hogar materno, su hermano la violó una vez más cuando se enteró que lo había denunciado, según expresó la damnificada.
En la apertura del debate, el procesado por abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo, se abstuvo de declarar. Pero durante la instrucción del expediente había rechazado las acusaciones, al afirmar que su hermana solía ir a los bailes y que había tenido más de un novio.
Fuente: elliberal.com.ar
