La confesión del acusado, quien admitió haber cometido el hecho al explicar que lo atacó a golpes y que él solo intentó defenderse, aceleró el trámite del proceso que comenzó la semana pasada.
El hecho sucedió el 25 de mayo del 2006, en un barrio en construcción donde ambos trabajaban, Soria como albañil y Galván como sereno.
El imputado reconoció haber golpeado a la víctima con una regla metálica que se utiliza en tareas de albañilería, pero afirmó que no tenía la intención de matarlo.