El "deceso" del menor, identificado como Alejandro Ezequiel Pérez Gavidia, fue declarado por un grupo de médicos del hospital San Juan de Dios, de la ciudad de San Miguel (138 kilómetros al este de San Salvador), donde fue ingresado en emergencias el pasado martes.
Después de su ingreso, el bebé sufrió un paro respiratorio, por lo que debió recibir resucitación cardiopulmonar, relató el Diario de Hoy, e indicó que, tras controlar este episodio, sufrió una nueva crisis horas después que obligó a los médicos a continuar con la respiración asistida por lo menos durante 20 minutos.
Los médicos le informaron a Fidel Ángel Pérez y a Mirna Gavidia, los padres del niño, que había fallecido y que debían comprar un ataúd para recibirlo.
Posteriormente, recibieron el documento de defunción y el féretro, que abrieron luego de salir del hospital y constataron con sorpresa que su hijo continuaba con vida, según el rotativo La Prensa Gráfica.
El certificado de defunción atribuyó la muerte a una sepsis agravada por la condición del menor, que nació prematuramente el pasado 25 de octubre.
Al respecto, el director del hospital, José Manuel Pacheco, anunció que se "iniciará una auditoría en la que se revisará el historial clínico del niño", al tiempo que los padres han manifestado su intención de interponer una demanda.
Fuente: Minutouno.com