Alrededor de las 13.00, un llamado anónimo avisó que cerca del vertedero del dique, flotaba boca abajo el cuerpo sin vida de una persona.
Cuando efectivos de la comisaría Cuarta y Seguridad Vial llegaron al lugar, confirmaron el dato y encontraron estacionado en el playón que da al vertedero, un automóvil Renault 11, patente TOG 519, propiedad de Ortega.
Todo indica que los homicidas llevaron al hombre hasta ese lugar, en su propio auto.
Allí le dieron a una brutal paliza, le ataron las manos hacia adelante con los cordones de sus zapatillas, y aun con vida, lo arrojaron al agua.
Al rescatar el cuerpo, los investigadores advirtieron que estaba muy rígido, con las manos atadas hacia delante, con el torso desnudo y sólo tenía colocado uno de sus calzados.
La autopsia determinó que, al momento del hallazgo, Ortega llevaba unas 12 horas sin vida, por lo que el crimen se cometió en la medianoche del martes.
El cuerpo presentaba una importante fractura en el hueso témporo parietal izquierdo, de unos 15 centímetros de longitud. Ello significa que le aplicaron un fuerte golpe en la cabeza con un elemento contundente, o contra el piso.
Además se supo que tenía agua en los pulmones y en el estómago, con lo que se confirmó que aún estaba con vida cuando fue arrojado al agua.
Policías de Investigaciones y de la flamante división Homicidios, llevaron a cabo una inspección ocular en el auto, que tenía sus puertas cerradas, y al parecer no le faltaba nada.
A su vez en la Unidad Judicial Nº 4 declararon familiares del ex policía, quienes aludieron a que hace unos días, Ortega había cobrado una importante suma de dinero de un préstamo, y que el hombre había salido el martes a la noche de su casa.