La tragedia generó consternación y acusaciones familiares en el hogar de Leonel Guzmán, quien vivía en el Tramo 18, pero ayer se encontraba transitoriamente con su madre en el barrio Los Álamos, ciudad de La Banda.
Según declaraciones de su madre, Lina Isabel Navarro, “como a las 11 lo mandé para que sacara agua del canal para que baldeara la casa”.
El hogar se encuentra ubicado frente al canal revestido, separado apenas por una calle.
Tal cual lo solicitado, el niño tomó un tacho y se marchó a recoger agua desde el canal, cuya profundidad en la víspera fácilmente ascendía a los 2 metros.
Carlitos, un vecino de 7 años, alcanzó a contemplar cuando Leonel sumergió el tacho, resbaló en el cemento y se cayó al canal.
Mientras su familia ignoraba tamaño accidente, varios chiquitos observaron a Leonel sacar los brazos a la superficie y volver a hundirse.
La víctima habría luchado pero fue arrastrado unos 800 metros en un sector sólo de agua; sin ramas, barro u otros elementos que suelen obrar como aliados impensados ante cualquier imprevisto.
“El chiquito pasó sin tocar la compuerta que se encuentra a 500 metros y estaba abierta”, dijo a EL LIBERAL un vecino que se encontraba parado junto al canal.
En segundos, la odisea de Leonel desembocó en gritos y pedidos de auxilio colectivo. Sin titubear, Joaquín Acuña -otro vecino de la zona- empezó a correr por la vera del canal. Fue apenas puro instinto el impulso que lo llevó a recorrer 300 metros. Luchó en soledad Leonel, pero su fortaleza claudicó, ante lo implacable del canal.
Recién cuando el agua lo sacó a flote, Acuña se lanzó al canal y logró sujetarlo.
Detrás, arribaron vecinos y la madre del pequeño, quien protagonizó escenas desgarradoras al contemplar a su hijo ahogado.
Cinco minutos después, hizo lo propio personal de Bomberos Voluntarios de La Banda. Leonel recibió tareas de reanimación. En medio de gritos, llantos, llamadas de socorro por celular, el niño falleció.
Fuente: elliberal.com.ar