Pasadas las 14.30 vecinos advirtieron sobre la presencia de dos personas cerca de los talleres de la empresa San Fernando. Uno de ellos llevaba un arma de fuego en la cintura.
Policías de la comisaría Novena fueron al lugar e interceptaron a los sospechosos, quienes aparentemente pretendían cometer un asalto.
A pesar de darle la voz de alto, los sujetos emprendieron la fuga. Incluso habrían disparado el arma de fuego, pero las balas no salieron.
En el forcejeo uno de los sospechosos fue detenido y se logró secuestrarle un revolver calibre 22.
Un suboficial de apellido Bordón sufrió la fractura de un dedo meñique, por lo que fue llevado al hospital, donde iba a ser intervenido quirúrgicamente.
La pericia balística estableció que el arma había sido percutada en dos oportunidades pero que los proyectiles no salieron.