En dialogó con EL LIBERAL, la titular del Juzgado manifestó: “Cuando tomé el expediente faltaba ratificar la denuncia de abuso de una de las menores, por parte de la progenitora, o en su defecto tomarle testimonial a la menor, para que el ministerio pupilar formalice lo que es la instancia de la acción penal”.
“Al ser delito de instancia privada -agregó- no se puede investigar el hecho hasta que no se cumpla los recaudos previsto en el Código, se hizo comparecer a la denunciante quien ratifico la denuncia, y se volvió a citar a declaratoria al acusado, quien se abstuvo de declarar”.
Pornografía
Al ampliar la denuncia en sede judicial, una de las victimas aportó material bibliográfico que tenía en su poder el acusado. Entre las pruebas aportadas se encontraban fotos y libros cuyos títulos figuran en el expediente, “Como hacer el amor con muchachas solteras”, “Telecomando sexual” y “Técnicas parapsicológicas”.
Al respecto la doctora María Gerez puntualizó: “Este material en nuestro poder será analizado, son fotografías y texto de alto contenido erótico-sexual y también algunos libros de cómo manipular psicológicamente a la personas” subrayó.
Otro abuso
Se conoció en sede judicial que las jóvenes habrían comenzado a ser abusadas cuando la mayor tenía 11 años, y su hermana 9. Los abusos al principio eran manoseos e insinuaciones. Cuando la mayor cumplió los trece años habría sido accedida carnalmente por el sujeto.
Hoy las jóvenes tienen 22 y 17 años, y la Justicia investiga si una menor de 15 corrió idéntica suerte que sus hermanas.
La adolescente fue citada junto a su madre para que brinde su testimonio. La progenitora de la joven de 15 años, que fue la primera en declarar, adujo desconocer los hechos y con respecto a su hija menor dijo que es muy callada y nunca le manifestó nada, aunque la hermana mayor, habría declarado en sede judicial que la adolescente también habría sido abusada.
ADN
La Justicia tratará de establecer quién es el padre del hijo de una de las denunciantes. La joven de 22 años tiene serias dudas sobre la paternidad del niño, pues mientras ella estaba en pareja con un muchacho de la zona, los abusos por parte del padrastro continuaban.
“Lo que corresponde antes de ordenar el ADN, hay que ver si el bebé tiene un papá, éste debe aportar el acta de nacimiento, porque si hay un estado de paternidad constituido legalmente, hay que notificar previamente antes de ordenar una prueba al respecto”, sostuvo la magistrada.