Fuentes policiales señalaron que se trata de Jonathan González, domiciliado en el barrio Almirante Brown, quien fue visto desaparecer de la superficie del curso de agua poco después de las 17.
La agobiante temperatura de esa hora de la tarde, que superaba los 40º, llevó a un grupo de seis adolescentes dirigirse al río para mitigar los efectos de la canícula. El lugar elegido para ello fue la prolongación de la avenida Solís.
Todo transcurría con tranquilidad y distensión hasta que la corriente arrastró a dos de los menores. Sus compañeros se desesperaron y salieron rápidamente en busca de ayuda. Con esfuerzo, uno de los chicos logró llegar a la orilla y evadirse de la peligrosa situación, y otro logró salir con ayuda de los pescadores. En cambio, González no corrió la misma suerte.
Los pescadores que se encontraban en las inmediaciones procuraron ubicar al jovencito, mientras se reportaba lo sucedido a la Policía. Enseguida, personal de la Comisaría Séptima y del Grupo Especial de Rescate llegaron al sitio. Los buzos comenzaron su labor que tuvo que suspenderse por la falta de luz natural, cuando ya habían pasado las 20.
Un momento dramático se produjo cuando llegaron a la ribera los progenitores del menor desaparecido, enterados por los amigos de su hijo lo que había sucedido.
Fuente: El Liberal