El caso del joven que murió tras ser detenido por la Policía Federal luego de un recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en 1991, quedó impune en la justicia argentina.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvió juzgar oralmente el caso entre los días 6, 7 y 8 de marzo en su sede de Costa Rica, para determinar la responsabilidad que pudo caberle al Estado Argentino. (Télam).-