Con el alegato de Ciruzzi entrará en sus tramos finales el juicio oral y público contra Mónica Cristina María Rímolo (tal el verdadero nombre de la principal imputada), en tanto en los primeras días de julio se prevé que lo hagan los defensores de los imputados quienes, se estima, pedirán la absolución de sus asistidos.
Los informantes estimaron probable que, tras la “feria invernal” que comienza el 16 de julio y se extiende hasta el 27 de ese mes inclusive, los imputados dirán sus “últimas palabras” tras lo cual los jueces Gustavo Valle, Juan Giudice Bravo y Daniel Morín se retirarán a deliberar para el dictado del veredicto.
En las últimas jornadas del debate oral y público amplió su declaración indagatoria la médica Secardini, también juzgada y quien se negó a hacerlo en la primera jornada del proceso; en tanto el animador Silvio Soldán, ex pareja de la imputada, lo hizo el 18 de mayo último. El conductor dijo en esa oportunidad que su ex pareja “es la mujer que destruyó parte de mi vida” y se desvinculó de la causa en la que Rímolo está imputada. Sostuvo “ignoro lo que hacía dentro del Instituto” y agregó que “nunca me dijo que fuese médica sino ‘doctora en psicología’ por lo que yo la presentaba como ’doctorcita’, pero luego me enteré de que no existe el doctorado en psicología”. Los testigos que declararon en el debate coincidieron en que “la doctora” ofrecía, entre otras alternativas, “tratamientos para adelgazar” que eran recetados sin “ningún tipo de control ni estudios previos”, argumentando que se trataba de “productos naturales”.
Uno de los primeros testigos de este juicio fue el periodista deportivo Miguel Angel “Tití” Fernández, quien reconoció que fue atendido por Rímolo que le suministró un tratamiento “absolutamente inofensivo” para adelgazar por el cual, según dijo, “tomaba pastillas desde que me levantaba hasta que me acostaba”.
Fuente | telam.com.ar
