Según revelaron voceros policiales provenientes de la Comisaría 36 de Brea Pozo, departamento San Martín, la infortunada víctima fue identificada como Cristian Guillermo Medina, de 33 años, un profesor de Historia que había arribado a Santiago del Estero, tras un año de agotador trabajo en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
No había viajado solo. Lo acompañaban, Bernabé Reyes, Héctor Medina, ambos mayores de edad, y un adolescente de 14 años, todos provenientes de Santa María, Catamarca.
Según relataron los amigos de Medina, llegaron el domingo a media mañana y se internaron en el río. Tal cual, lo repitieron en la víspera toda la mañana.
Los compañeros de Medina, indicaron que la víctima no sabía nadar. Por ello, caminaba por sectores planos del río Dulce, a la altura de Villa Nueva, una geografía tradicional para los amantes de la pesca.
Sorpresivamente, se cree que Medina ingresó por un terreno muy socavado por el río, cuya profundidad no sería menor a los tres metros.
Sus amigos advirtieron la tragedia y corrieron presurosos a socorrerlo. Todo fue tan rápido, como desesperante. Medina se hundió y no salió más a flote.
Minutos después, los catamarqueños descubrieron al profesor flotando a una distancia considerable del lugar del accidente.
Intentaron reanimarlo. Medina despidió algo de agua, pero ya era tarde. Estaba muerto.
Alertada vía telefónica, una comisión policial de la Seccional 36 partió de Brea Pozo al mando del comisario Dino Coronel, acompañado por el médico Juan Eladio Tapia.
Los investigadores arribaron y encontraron un cuadro desgarrador. Todos los amigos de Medina rodeando el cuerpo y llorando, además de imposibilitados de dar la noticia a sus familiares, ya que no hay señal de celulares.
Según el médico policial, la muerte fue consecuencia de asfixia por inmersión.
Anoche, los restos de Medina fueron entregados a sus familiares y trasladados a Catamarca
Gentileza: elliberal.com.ar