Pero antes de llegar a la esquina de Junín, apareció un sujeto que les enseñó una billetera, en cuyo interior había dinero, y les preguntó si era de ellas, pero antes de responderle, la mujer que llevaba el dinero abrió la cartera para verificar si tenía el dinero que acababa de retirar del banco.
Entonces el sujeto ofreció repartir ese dinero entre los tres, pero en ese momento se acercó un segundo sujeto, que les preguntó si habían encontrado una billetera con dinero, que él acababa de perder.
La mujer le enseñó su billetera con los $ 3.000 del comedor, en ese momento uno de los malvivientes se la arrebató, y ambos salieron corriendo por calle Junín al norte.
La damnificada encontró un móvil policial y advirtió a los policías de lo sucedido, quienes a su vez alertaron al comando y al resto de las patrullas, para ubicar a los sujetos.
Alrededor de las 10.30 de la mañana, ocurrió un hecho similar en el barrio 250 viviendas.
Un hombre mayor, de nombre Alberto, estaba solo en la casa cuando llegó un falso empleado de Supercanal, vistiendo ropa de trabajo, y le dijo que debía revisar la conexión.
El sujeto entró y de repente le pidió al dueño que le preste el anillo de oro que llevaba colocado, pues decía sentir una molestia en uno de sus ojos.
Cuando el delincuente recibió el anillo, de inmediato le arrebató una billetera que había sobre la mesa, que contenía $ 100, y salió corriendo.
A las 10.50 de la mañana, el tercer “cuento del tío”, del cual resultó damnificado Názar Hipólito Fadel, domiciliado en calle Maipú al 500 departamento”B” planta baja.
El hombre fue engañado por un sujeto de características similares al del hecho anterior, y que se apoderó de la suma de $ 500.
El otro hecho sucedió 10 minutos después, en casa de la familia Sánchez, en calle San Martín al 700.
Un sujeto llamó a la puerta, dijo ser empleado del banco, y de esa manera logró entrar para robarle una cadena de oro con dos corazones.
Cerca del mediodía, un hombre denunció que una mujer joven llegó a su casa en La Chacarita, y le dijo que podía conseguirle un subsidio, para lo cual le pidió la suma de $ 400 y le aseguró que regresaría.
Pero al ver que el tiempo pasó y la mujer no volvía, el damnificado se dirigió a denunciar lo sucedido.