El cadáver de Julieta Arias, una mujer de 32 años que se hallaba desaparecida desde hacía 33 días, fue encontrado enterrado boca arriba en una vivienda situada en la manzana 361 del barrio Siglo XXI, de esta ciudad.
La Policía local detuvo poco después al ex esposo de la mujer, un hombre de 35 años, quien habría confesado que la estranguló y enterró su cadáver en el lugar.
La casa en donde fue hallado el cadáver se encontraba abandonada desde agosto del año pasado, cuando la pareja se separó y se fue de lugar cada uno a destinos distintos, mientras que el hombre se llevó a las dos hijas de la pareja, de seis y doce años de edad.
"Se me fue la mano", habría dicho el detenido a las autoridades policiales, según publicó el diario El Tribuno, en el momento en el que los policías retiraban los bloques de cemento que habían sido colocados en el lugar en el que habían enterrado a la mujer.
La mujer, que ya había iniciado una relación sentimental con otro hombre, había sido vista por última vez con vida en compañía de su ex esposo.
Según la madre de Arias, su hija había denunciado al menos trece veces ante la Policía a su ex esposo por someterla a golpizas.
Fuentes policiales, admitieron que pocos días atrás los investigadores habían allanado la casa, pero sólo pudieron encontrar un perro muerto.
El animal había sido uno de los dos que habría matado el propio homicida, según sospecha la Policía, para disimular los olores que iba a despedir el cuerpo de su ex esposa, enterrado a baja profundidad.
Las sospechas apuntan a que el ahora detenido habría llevado a Arias en su bicicleta a la casa en la que vivieron desde 1995, cuando se casaron tras un corto noviazgo, y en la que habían estado juntos hasta el año pasado.
En ese lugar habrían discutido y tras una serie de golpes, el hombre habría estrangulado a su ex esposa.
Berta Bautista, la madre de Arias, sostuvo que "sabía que algo malo le había pasado" a su hija porque "ese chango -en alusión al ahora detenido- está loco".
La mujer aseguró que el hombre le había robado a su hija el uniforme que usaba para trabajar como guardia de seguridad y ella le había pedido el divorcio para reiniciar su vida.
"Creo que ese día la llevó a la casa con engaños y que le dijo que le iba a devolver el uniforme y que por eso ella accedió a ir", especuló, mientras pidió que "se haga justicia" y su ex yerno "pague por lo que hizo".
Fuent / 26noticias.com.ar