Manifestó que en horas de la tarde se encontraba en la casa de su hermana, en las Mil Viviendas, ayudándole a mover unos muebles.
Al mover un ropero perteneciente a su sobrino, comenzó a sacar los elementos que había en su interior, y allí encontró la bolsa que contenía gran cantidad de envoltorios con una sustancia herbácea.
Ante la evidente sospecha de que se trataba de estupefacientes, tomó la decisión de dar conocimiento de la situación a la policía.
A la comisaría Primera fue rápidamente convocado personal de la Dirección Drogas Peligrosas, que realizó las pruebas de campo pertinentes para corroborar si se trataba de marihuana.
En cuanto a la cantidad, se determinó que era casi medio kilo (472 grs.) distribuido en 17 “ladrillos” sumamente compactados.
El hecho fue puesto también en conocimiento de la Justicia Federal, que comenzó a trabajar sobre el paradero del adolescente, quien al momento del hallazgo no se encontraba en su domicilio.
