Cerca de unos matorrales, que hace unos días habían sido incendiados, el hombre divisó dos cráneos humanos, y con los nervios del momento se dirigió a la comisaría Novena.
Los efectivos resguardaron el sector e informaron la novedad al fiscal en turno, Alejandro Dalla Lasta, quien ordenó que los restos óseos sean examinados por un experto en antropología.
Una especialista en la materia, concluyó prima facie, que por las características de conservación, los cráneos tendrían una antigüedad de al menos 50 años, y que al parecer fueron arrojados en ese lugar no hace mucho tiempo.
De todos modos, los huesos fueron llevados a un laboratorio especializado para realizarles estudios mas complejos, pues se presume que podrían ser aun mas antiguos.
Lo que quedó claro, es que no son producto de ningún hecho delictivo.