El hallazgo se produjo por un operario en el predio ubicado en la ruta nacional 8 y su intersección con el Camino del Buen Ayre, al noroeste del conurbano.
En primera instancia, se trataría de restos óseos abandonados por algún estudiante de medicina que los utilizó para cursar la carrera universitaria, estimaron los investigadores. (Télam).-