A las 17 sobrevino un duro encontronazo entre dos grupos antagónicos, habituados a corridas, escaramuzas, denuncias cruzadas y desfiles por las comisarías.
Nadie supo explicar bien a la Policía o a los médicos, el por qué de tanta virulencia colectiva. Sí se sabe que en uno de los grupos estaba Jorge Coronel, de 20 años y su padre, Ramón Coronel, de 47.
El epicentro del enfrentamiento fue la intersección de calles Taboada y Além, donde un joven habría sido interceptado por varios sujetos que lo despojaron de su gorra.
A diferencia de otros incidentes, la víctima habría recibido luego el respaldo de varios amigos. En el bando contrario, también irrumpieron otros tantos individuos. En minutos se trenzaron a golpes. Entre trompadas y patadas, se arrojaron ladrillos y cuanto objeto pesado que se encontraba en la calle. También apareció en escena un machete.
Después de algunos minutos de incesante lucha pública, uno de los sujetos extrajo un arma de fuego y la descargó efectuando varios disparos.
Cuando las sirenas policiales imponían el lógico final, la patota enfiló en retirada. Sin embargo, quedaron tendidos en el pavimento los Coronel.
El padre, Ramón, recibió un corte profundo con un machete que le provocó heridas gravísimas en el tendón de la mano derecha. El estado de su hijo no era el mejor. Recibió un disparo de arma de fuego en el abdomen, por el cual ayer tarde debieron intervenirlo quirúrgicamente en el Hospital Regional.
Fuente: elliberal.com.ar