Postrada en la habitación de una clínica, Nélida Sagra espera que la operen. Los médicos le dijeron que deberá tener paciencia porque no saben cuándo volverá a caminar. Luchó para evitar que le roben la cartera; por eso está internada. "En ese bolso había puesto todo lo que tenía", dice mientras intenta acomodarse en la cama. "Apenas puedo mover una pierna", agrega.
El jueves, alrededor de las 11, fue víctima de un arrebato en la plaza del barrio Juan B. Terán, en la esquina de las calles Inca Garcilaso y Libertad. Luego de una tremenda disputa, el arrebatador consiguió quitarle la cartera y escapar. En su bolso, Sagra tenía $ 2.200 en efectivo, tarjetas de crédito, un celular, boletas de impuestos y toda su documentación. Un sospechoso fue detenido esa misma tarde por la Policía. Aunque el daño ya estaba hecho.
Impunidad bajo el sol
Sagra tiene 70 años. El día que fue víctima del arrebato tenía que pagar los impuestos y su tarjeta de crédito. Los $ 1.490 que percibe por su jubilación no le alcanzaban. Por eso, el día anterior había decidido solicitar un préstamo por $ 1.500. Juntó ese dinero con lo que le quedaba de la jubilación y logró reunir los $ 2.200 que necesitaba.
El jueves salió de su departamento ubicado en el complejo de monoblocks del barrio. Dijo que estaba tranquila porque al salir del predio no vio a nadie en la calle. "Saludé al verdulero y caminé hasta la parada del colectivo. Siempre espero apoyada en la pared de la casa de la esquina para evitar que me roben. Esa mañana vi que el colectivo estaba a dos cuadras y que una mujer estaba parada en el refugio de la plaza. Por eso decidí cruzar la calle. Era difícil que nos quisieran asaltar a las dos", contó la anciana.
Sagra estaba por llegar a la otra vereda cuando la mujer que estaba en el refugio intentó advertirle de lo que estaba por ocurrir. "¡Cuidado señora!", gritó. Pero la alerta llegó tarde.
El arrebatador se abalanzó sobre ella y la única reacción que tuvo fue aferrarse a su cartera. Cruzó los brazos sobre su pecho y resistió. Sabía que si le robaban el bolso perdería todo. La pelea se encarnizó. En uno de los tantos tironeos perdió el equilibrio y cayó al suelo. El hombre la arrastró por la vereda de la plaza pero Sagra no se daba por vencida.
Entonces, el agresor comenzó a levantarla y a tirarla contra el suelo para que se golpeara contra el piso. La sacudió varias veces hasta que la tira de la cartera se cortó. En ese instante el ladrón huyó.
"No se cuándo me fracturé la cadera. En ese momento no sentía nada, pero cuando el muchacho se fue me di cuenta que se me estaba adormeciendo la pierna izquierda. Por suerte no perdí el conocimiento. No quería que nadie me toque porque conozco mi cuerpo y sabía que me había pasado algo grave", puntualizó la mujer. Sagra permanece internada y sería operada la próxima semana.
Los vecinos llamaron a la Policía y a una ambulancia. Pero Sagra tuvo que esperar más de media hora hasta que los médicos la asistieron. "La Policía llegó rápido pero la ambulancia se demoró mucho. Los vecinos me dieron agua con azúcar para evitar que se me bajara la presión. La mujer que estaba en la parada se quedó todo el tiempo a mi lado. Incluso me acompañó hasta el hospital", dijo la mujer.
Sagra vive sola. Hace un año se mudó al barrio Juan B. Terán y hace dos meses y medio ya había sido víctima de otro robo: un joven le arrebató la cartera en la esquina de Próspero Mena y Lavaisse, a pocas cuadras de su casa. "Eran cerca de las 18. Estaba en la vereda de la casa de un vecino. En ese momento se acercó un joven y me preguntó la hora. Desconfié y le dije que no tenía reloj. Entonces, me preguntó si tenía celular. Cuando le dije que no, hizo un amague de sacar un arma y me robó la cartera", aseveró.
En esa ocasión, como en el robo del jueves, la mujer denunció el delito y los policías de la seccional 13ª detuvieron al ladrón. "Esa vuelta me robaron $ 480. La Policía me dijo que era un chico al que le decían ’Monito’. Estuvo detenido pero al mes ya estaba de nuevo en la calle", señaló. "No entiendo cómo pueden pasar estas cosas. Presté declaración y reconocí al ladrón, pero lo mismo quedó libre. Si las cosas funcionan así, no sé cuáles son las garantías que tenemos los ciudadanos", concluyó.
Una de las personas que fue testigo del robo habló con LA GACETA pero pidió que se reservara su identidad. "En esa esquina siempre asaltan. Parece que esta mujer no se dio cuenta, pero el ladrón la venía siguiendo. Cuando se descuidó la atacó por la espalda para quitarle la cartera. Como ella se resistió, comenzó a hacerla golpear con la vereda de la plaza. La arrastró más de seis metros", dijo A. S.
Según esta persona, el ladrón era un hombre joven y fuerte. "Era un muchacho alto y robusto. Parecía tener mucha fuerza. Cuando venció la resistencia de la mujer se ocultó la cartera entre la ropa y salió corriendo", concluyó A. S.
Fuente: lagaceta.com.ar
