Una vez adentro, el falso plomero recorrió las habitaciones, y con la excusa de reparar una pérdida de agua en la cocina, mandó a la mujer al fondo a cerrar una llave de paso.
Ese momento fue aprovechado por el vándalo para dirigirse al dormitorio y apoderarse de una serie de elementos de valor, y para escapar antes de que la dueña de casa note su ausencia.
La mujer regresó adentro y lo buscó por toda la casa, pero al no encontrarlo llamó a su hijo, y en ese momento descubrió que había sido engañada.
Al dirigirse a su dormitorio a buscar el dinero que tenía guardado, se dio con que ya no estaba, al igual que otros elementos de valor.
Al entrevistarse con efectivos de la comisaría Primera, la damnificada comentó que el falso plomero tenía aproximadamente 40 años, vestía un pantalón de jeans azul, una remera negra y se movilizaba en una bicicleta roja.