El fiscal Gustavo Bergesio dijo en su alegato que fue evidente que las armas de juguete que utilizaron demostraron que se trataba de ladrones improvisados, “una banda con características especiales, con accionar infantil que estaba destinada al fracaso”. Además, consideró que Contreras tuvo un accionar secundario ya que obedecía órdenes de su hermano mayor. Por esos motivos solicitó tres años de prisión.