El rodado estaba en la vereda, mientras un empleado trabajaba debajo del vehículo, revisando los frenos.
En ese momento un delincuente aprovechó que una de las puertas había quedado abierta, y sin que nadie lo viera sustrajo el equipo de radio y se dio a la fuga.
Los bomberos se percataron del robo cuando intentaron comunicarse con sus pares en el cuartel y notaron que el equipo no estaba.