De inmediato, los obreros dieron cuenta de lo ocurrido a quien alquila el inmueble, Gabriel Sakka, quien se dirigió de inmediato hacia las dependencias de Gendarmería Nacional a denunciar el hecho.
Poco después, arribaron al domicilio, provenientes desde su base de Aguaray, un grupo de especialistas del Escuadrón 54, quienes, ante testigos hábiles, marcaron cada uno de los envoltorios y los trasladaron hasta el laboratorio de su unidad, donde realizaron las correspondientes pruebas de narcotest, que dieron positivo para la cocaína.
Se determinó que la droga tenía un peso de 1,300 kilogramos y que era de alta pureza, estableciéndose un valor aproximado -en la zona- de $13.000, que en Buenos Aires se eleva desde $39.000 a $50.000.
De acuerdo a informaciones extraoficiales, Sakka aseguró a los uniformados no tener la más mínima idea de cómo llegó el paquete con cocaína al techo de su casa, aunque los investigadores ya barajan una teoría al respecto.
Por ahora no hay detenidos ni sospechosos en esta causa, que está en manos del fiscal federal, José Luis Bruno, con sede en Orán.
Fuente | eltribuno.com.ar