Gustavito había concurrido a la escuela para asistir a un taller de dibujo técnico y como el profesor no llegaba, se dirigió hasta un caño para tomar agua. “Allí fue sorprendido de atrás por dos personas grandes, que con una remera le taparon el rostro y lo trasladaron hasta la cancha que la escuela tiene en el sector del fondo, donde le robaron las zapatillas y la mochila con carpetas y otros materiales de estudio; mientras lo amenazaban”, explicó la madre del menor.
El menor logró zafar de la situación y corrió -salió del establecimiento-hasta calle 12 de Octubre y Gaucho Rivero donde vive la abuela materna. Allí contó lo que habría ocurrido y en horas de la noche los progenitores realizaron la correspondiente denuncia en la Comisaría Seccional Primera, comenta Nuevo Diario Web.
Respecto a la conversación mantenida con la directora de la escuela, de apellido Ledesma, la madre de la criatura indicó: “Cuando le planteamos el problema y la falta de seguridad que existe en el edificio, Ledesma nos contestó que nada podía hacer porque falta personal”. Angustiada por esa contestación, Natalia Ibáñez adelantó que “estaría analizando la posibilidad de que su hijo no concurra más a la escuela o conseguir el pase porque la inseguridad con la que vivimos es extrema, a partir de este segundo acontecimiento violento que vivió nuestro hijo”.
En el mes de junio, el niño había sido víctima de un hecho similar en un pasillo colindante a la dirección del establecimiento educativo.
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