Además el remisero recordó que de un solo empujón logró bajarlo del auto, se fue hasta la comisaría Séptima a radicar la denuncia, y cuando volvía se encontró con el acusado, quien le hizo señas para que se detenga de nuevo.
Después de declarar ante el juez, el remisero le dio la mano a Trujillo y le deseó suerte.
Previamente el mismo imputado había declarado al comienzo del juicio, y dijo no recordar nada porque padece de “el gran mal”, en referencia a la epilepsia, y que el día del hecho había olvidado tomar la medicación.
El juez Jorge Álvarez Morales dispuso cuarto intermedio hasta mañana, en que las partes expondrán sus alegatos.