Sin embargo, según contó el propietario de la casa, antes de escapar los ladrones se tomaron el tiempo necesario para "fumar un cigarrillo de marihuana", mientras sus víctimas estaban atadas.
El asalto se produjo en la víspera en el barrio Will-Ri, en la zona de Chacras de Coria, y de acuerdo con lo señalado por la Policía local, horas después fue encontrado abandonado el auto de la familia, un Peugeot 504, en la zona de Godoy Cruz.
"Yo me desperté con el tropel y al levantarme me encontré con un desconocido que pasaba corriendo a la habitación de mis hijos.
Cuando lo quise detener me puso el arma en el pecho", señaló al diario Uno de esta ciudad el dueño de casa, Gabriel Kwiecinski, de 47 años.
El hombre se encontraba en ese momento descansando en su casa cuando lo despertó un ruido en la planta baja de la vivienda: cuando fue a averiguar de qué se trataba se encontró con los tres
delincuentes dentro de su hogar.
"Mientras uno de ellos se encargó de inmovilizar al hombre, otro de los cómplices se abalanzó sobre su mujer y poniéndole un arma en la cabeza a su hijito de 3 años que dormía en la cuna le exigió que desactivara la alarma de la casa", se señaló.
"Desactivala o lo mato", le gritaba el asaltante, mientras la mujer le aseguraba a gritos que la alarma no estaba conectada.
Recién cuando comprobaron que era así se dedicaron a maniatar a la pareja y al hijo de 12 años que trajeron encañonado desde su habitación.
Según lo señalado, para inmovilizarlos arrancaron los cables de los veladores y los ataron a los tres de pies y manos, tras lo cual los cubrieron con una colcha.
"Uno estaba tan nervioso que cuando nos taparon con la colcha yo pensé que nos mataban a todos", recordó la esposa de Kwiecinski, quien estaba aterrada de no saber qué pasaba con sus otros dos hijos.
Desde ese lugar la familia escuchó como los delincuentes registraron cada rincón de la casa, eligiendo cuanto elemento de valor encontraron.
De acuerdo con lo indicado, se llevaron "un plasma de 32 pulgadas, un monitor de 17 pulgadas, 2 DVD, una notebook, una cámara filmadora, una PlayStation, un equipo de música, 4 celulares, 2 MP3 y 3 MP6".
Mientras le exigían más dinero, el dueño de casa les aseguró a los delincuentes que todo lo que tenía eran los 700 pesos que les había dado de la billetera.
Después les mostró el Peugeot 504 que estaba en la cochera, como para hacerles entender que eran una familia de clase media.
En medio de la búsqueda, uno de ellos encontró en una habitación una réplica de una pistola de juguete que era del hijo mayor del matrimonio.
En ese momento fue hasta donde estaba la familia y arremetió a patadas contra Kwiecinski, creyendo que el hombre era de alguna fuerza de seguridad.
Pero más tarde se dio cuenta de que era un arma de aire comprimido, aunque igual decidió llevársela.
Tras permanecer más de una hora dentro de la vivienda, los ladrones se conformaron con el botín conseguido y cargaron todo en el auto de la familia.
"Antes de partir -se señaló- se tomaron el tiempo para fumarse un cigarrillo de marihuana. Después emprendieron la huida en el auto de las víctimas".
"Cuando escuché que arrancaron empecé a desatarme. La verdad es que sólo agradezco que no les hayan hecho nada a mis hijos y a mi mujer", concluyó el dueño de casa.
Fuente/ 26noticias.com.ar