Los malvivientes forzaron para ingresar al museo, que se encuentra en el centro de la alameda, y una vez adentro desacomodaron algunos elementos expuestos en el salón, y otros objetos que están en la dirección de Antropología, pero sin llevarse nada de allí.
Ello indica que se trataba de ladrones inexpertos, ya que en el museo se encuentra la Cruz Jesuita del año 1.600, realizada en plata y oro, y de gran valor.
En cambio se apoderaron de una estufa, un equipo de música, una resma de papel y una CPU.
Efectivos de la comisaría Quinta dieron participación a la Policía Judicial, que trabajó en l escena junto a los peritos.