El cura comentó que "no hay seguridad para nadie" y lamentó que su iglesia, que estaba siempre con las puertas "abiertas de par en par", ahora habrá que cerrarla con llave en horas de la siesta, además de la contratación de personal de custodia.
El robo, que se conoció este miércoles, ocurrió el fin de semana en la parroquia de La Cruz. (Télam)