Fénix de manera exclusiva, fue el único medio que tuvo acceso a un documento donde los papás tuvieron que firmar su consentimiento para que los médicos intervinieran a la pequeña y le amputaran una pierna, luego que se le diagnosticara “shock séptico, a punto de partida de Fascitis Necrotizante de miembro inferior izquierdo”.
El documento da constancia de lo siguiente, textualmente: “El señor Ribero Jesús y la señora Martha González, en su carácter de padres de la niña Anabella Rivero, declaran que los doctores Verónica Vergara De la Fuente, Karina Viñas, Celeste Morelli, (nombre no legible) Perea y Javier Ayán, nos han explicado sobre la enfermedad que padece nuestra hija (shock séptico, a punto de partida de Fascitis Necrotizante de miembro inferior izquierdo). Declaran que han comprendido lo que se les explicó y que por medio del presente, dan su consentimiento para la realización del siguiente tratamiento como única medida terapéutica (AMPUTACIÓN DEL MIEMBRO INFERIOR IZQUIERDO), indicada por los médicos para intentar contrarrestar el foco séptico e intentar detener la progresión de la infección en forma ascendente del abdomen. Esta medida es pasible de generar las siguientes complicaciones, que pueden preverse por el estado actual de la niña (LA MUERTE). No obstante lo cual deciden aceptarlo. Dejando expresa constancia su autonomía de voluntad, de poder decidir lo que es conveniente para el restablecimiento de la salud de su hija. Autorizando también al personal médico a realizar todo acto terapéutico necesario antes, durante y después de la intervención quirúrgica. Declaran también que en este consentimiento de atención, están incluidos todos los especialistas, sin excepción que deban intervenir. Conforme lo establece la Ley 26.529 de los derechos del paciente. FIRMANDO AL PIE DE LA PRESENTE PARA CONSTANCIA ABSOLUTA DE SU DECISIÓN DE ACEPTACIÓN”.
Los papás de Anabella firmaron ese documento, desesperados por la situación que le tocaba atravesar a la pequeña, sin pensar siquiera en que todo desencadenaría en la muerte de la niña.
Los médicos, prácticamente obligaron a los padres de la pequeña, consignando que de lo contrario, intervendría el juez de menores para realizarle el tratamiento y serían denunciados.
Cinco minutos después de la operación, los médicos les informaron a los Ribero que su hijita hizo dos paros cardiorrespiratorios durante la operación y a posteriori le dieron 5 paros, que desembocaron en su muerte.
Fuente: fenix951.com.ar