En declaraciones periodísticas, Gallia confirmó que "esta bien" y que no fue golpeado aunque sí maniatado y amordazado por los asaltantes, mientras sus hijos dormían en una de las habitaciones de la casa.
"Tocaron timbre, eran como las 22,30, y como siempre lo hago abrí la puerta. Entraron tres personas que se abalanzaron sobre mí, me ataron y amordazaron y me dijeron que me quedara tranquilo. Estaban armados", relató Gallia.En ese momento estaban en la vivienda sus hijos de 9 y 4 años de edad durmiendo mientras el legislador nacional aguardaba la llegada de su esposa, quien estudia en la Universidad Nacional del Comahue. ( Télam)