Según los expertos, el incendio se inició cuando un fuerte viento sur, cuyas ráfagas alcanzaron velocidades de hasta 30 kilómetros en la hora, llegaron hasta el sector derecho de la desmotadora destinado a materiales de descarte, mientras que en el izquierdo se encuentra la fibra de algodón.
Sin embargo, a los pocos minutos el humo y el peligro se trasladaron hacia el barrio Campos II, a 350 metros de Safico, habitado por más de 70 familias.
El humo causó principio de asfixia en una mujer, por quien médicos y personal del Cuerpo de Bomberos Fausto Gavasi depositaron el fuerte de su labor entre las personas expuestas a las secuelas del humo. La víctima debió ser asistida y conducida al Hospital Zonal de Quimilí, pero los trabajadores sostenían que dado a la intensidad del humo la única alternativa era la evacuación de todas las familias.
Corridas y gritos, y el ir y venir de bomberos, empleados municipales, médicos y policías, reflejaban una situación muy dramática, potenciada por la intensidad del viento y el humo.
Aún con muchas voluntades unidas por un único cometido, la lucha se tornaba cuesta arriba porque el fuego superaba toda capacidad de esfuerzo. El agua era mucha, pero paradójicamente insuficiente para doblegar las llamas de hasta 15 metros.
El riesgo era mayor porque éstas también quemaron los árboles de la zona, acrecentándose el miedo en la gente de la zona.
Fuente: elliberal.com.ar