Todo se desencadenó la noche del martes en una casa de calle Independencia al 200 en la que vivían hasta el martes nueve personas. De acuerdo a los primeros testimonios que pudieron recoger los investigadores, la discusión se inició cuando David, de 15 años, vio que su sobrinito de 4 años había agarrado un teclado musical de su pertenencia. El adolescente se lo quiso sacar y eso originó un cruce de palabras con la mamá del pequeño, Ainelen N., de 23 años, y pareja de otro de los hermanos, Oscar, de 21 años.
En esas circunstancias David golpeó a su cuñada y eso alteró a Oscar, quien empezó a pelear con su hermanito, a quien a los empellones llevó hasta la cocina de la casa. En ese ambiente, el menor se apoderó de un cuchillo tipo tramontina para defenderse y el enfrentamiento siguió subiendo de tono.
Esa fue la situación con la que se encontró Lionel en el momento en que llegó de trabajar en la cerealera de San Lorenzo. Aún con su uniforme puesto, el mayor de los hermanos pretendió mediar en la disputa tratando de separar a David y Oscar, pero el más chico lanzó un cuchillazo preciso que se incrustó en el pecho del recién llegado.
Un caos. Entonces la casa se convirtió en un verdadero caos. Oscar y su esposa llamaron a un servicio de urgencias médicas mientras Liones desfallecía en el piso de la cocina. Mientras tanto David, asustado, arrojó el cuchillo y se refugió en el techo de la vivienda para evitar represalias. La rápida llegada de los paramédicos al lugar no alcanzó para salvar la vida del mayor de los hermanos. Uno de los pesquisas comentó que "el puntazo fue tan fuerte y preciso que dobló la hoja del cuchillo de 12 centímetros de hoja".
En tanto, personal de la comisaría 2º de Capitán Bermúdez que arribó a la casa evitó que el adolescente que causó la fatal herida fuera golpeado por sus familiares y por los vecinos que, de a poco, se empezaron a reunir en el lugar. Tras bajarlo del techo, los agentes llevaron a David a la seccional antes de que la cosa pasase a mayores.
Tras conocerse el desenlace del hecho, los vecinos de la familia Sarría no salían de su asombro y se preguntaban por las repercusiones que el tendría sobre la salud del jefe de la familia, don Hugo. Es que el hombre había sufrido un infarto hace pocos días y está internado en el Instituto Cardiovascular de Rosario. Al momento del crimen, su esposa, Rosa, lo estaba cuidando allí y por eso no estaban en la casa.
Dolor barrial. "Son una familia muy buena, sin problemas con nadie, pero la relación entre los hermanos siempre fue bastante agresiva", sugirió María G., una de las tantas mujeres que observaba la labor de los peritos en el lugar. Al respecto, fuentes policiales aseguraron que no existen denuncias de hechos de violencia registrados allí y que ningún miembro de la familia cuenta con antecedentes penales.
Los Sarría hace mucho tiempo que viven en la casa que fue escenario de la tragedia. Hugo y Rosa tuvieron cinco hijos: Lionel, de 25; Rosalía, de 23; Oscar, de 21; David, de 15; y Esteban, de 13 años. Junto a ellos vive la esposa de Oscar, Ainelén, junto al pequeño hijo de la pareja.
Como David tiene 15 años es un menor no punible. Por eso el juez de Menores de San Lorenzo, Martín Fogliatto, dispuso que la Dirección Provincial de Promoción de los derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Familia, tome la responsabilidad del menor. En diálogo con LaCapital la titular de la repartición, Adriana Núñez, sostuvo: "Para su protección el chico fue trasladado a un instituto de Rosario". Y agregó: "Ahora vamos a coordinar con el municipio un trabajo de contención tanto para el adolescente como para su familia, evaluando cada uno de los pasos a seguir con un equipo interdisciplinario".
Fuente | lacapital.com.ar