El Ministro de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal, aseguró en declaraciones a la prensa que los rehenes "están todos sanos, está un cuerpo médico revisándolos".
Además, señaló que el detenido "pacíficamente ha sido traslado a la dependencia de la fiscalía para tomarle declaración ", aclarando además que Rodríguez Coronel "no pidió nada para su entrega".
Por otra parte, confirmó las versiones que hablaban de detenciones relativas al asalto de la sede bancaria. "DDI informó que hubo una detención de personas que podrían estar relacionadas al hecho", reconoció.
Por su parte, el jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, reconoció que "la mujer del delincuente colaboró después de un diálogo profundo que tuvimos con ella".
Reconoció además que el asalantante se encontraba "muy exaltado, era muy ciclotímico". Antes de retirarse, Paggi calificó al operativo policial como "excelente".
El detenido, de 20 años de edad, se encontraba prófugo de la Justicia, ya que contaba con una orden de detención por una serie de robos violentos ocurridos en los últimos meses.
En el operativo, jugó un papel clave la mujer del criminal, Jésica, quien se acercó hasta el banco junto con su hija bebé y dialogó con Rodríguez Coronel para convencerlo de que se entregase sin provocar heridos.
El caso
Alrededor de las 12:40, entre cuatro y cinco delincuentes ingresaron a la sede del Banco Nación de Pilar, lindante con la Comisaría primera de la zona.
Algunos de los asaltantes lograron escapar con algunos bolsos cargados de dinero en un Peugeot 206, desde el cual se tirotearon con oficiales de policía.
Un ladrón, que posteriormente fue identificado como Josué Rodríguez Coronel, quedó en el interior de la sede bancaria, donde, en un principio, tomó más de cien personas como rehenes.
Rápidamente, sin embargo, liberó a gran parte de ellos para poder controlar mejor la situación. A partir del inicio de las negociaciones, los cautivos fueron recuperando su libertad en cuentagotas.
Fuente: Infobae
