El jueves 4 de septiembre, Mora desapareció desde la granja del Servicio Penitenciario, donde había sido trasladado sin autorización superior.
Desde ese día, efectivos del penal, de Infantería y del grupo especial Kuntur, montaron un amplio operativo en los campos del departamento Capayán, ante la sospecha de que el sujeto trataría de llegar a su casa, y probablemente buscar venganza en contra de las personas que lo habían acusado.
Cuando los policías lo vieron llegar a su casa en El Médano, de inmediato rodearon el sector para atraparlo.
Pero Mora se atrincheró junto con su esposa, tomó un puñal y se colocó un alambre en el cuello, con el que amenazaba suicidarse, a la vez que exigía la presencia de un juez.
Guillamondegui y Méndez hablaron con el fugado, quien entre otras cosas pedía la reducción en la pena de 30 años que le impuso la Justicia.
Mientras la negociación se extendía, los policías aguardaban la orden para irrumpir en el inmueble, ya que Mora se mostraba reacio y nervioso.
De pronto el individuo corrió hacia una de las habitaciones, lo cual hizo temer que tuviera un arma de fuego en el interior, y de inmediato las fuerzas entraron detrás suyo, y lograron reducirlo, para lo cual le efectuaron un disparo de bala de goma al brazo en el que portaba el puñal.
Una vez reducido, Mora fue llevado al Hospital San Juan Bautista, donde permanece internado pero fuera de peligro.