La joven contrajo neumonía y por consejo de un médico de esa localidad fue trasladada hasta el sanatorio Garat de Concordia, donde luego de estar internada 15 días, murió el 26 de mayo tras negarse a ser transfundida.
Iris era soltera y trabajaba como niñera y empleada doméstica en la pequeña localidad, donde era conocida por todos.
Vecinos de esa localidad, reconocieron a Télam que la muerte de la joven "causó una profunda conmoción entre los habitantes del pueblo".
"Ella era muy trabajadora y una buena muchacha pero, lamentablemente por sus creencias religiosas se negó a que le hicieran una transfusión de sangre y murió", dijo a Télam Ana, una vecina de la muchacha.
La mujer comparó el caso con el de Pablo Albarracini, el Testigo de Jehová que fue baleado en Buenos Aires y que también se niega a recibir sangre por cuestiones religiosas.
El deceso se había mantenido en el más estricto silencio por parte de sus familiares, pero los constantes reclamos para que Iris concurriera a sus lugares de trabajo, hicieron que finalmente la noticia se difundiera en el pequeño pueblo.
"Hace pocas horas que nos enteramos de la muerte de Iris y el revuelo que la noticia ha provocado en el pueblo es grandísimo", agregó Ana. telam.com.ar