Los ocupantes de la camioneta trabajaban para una empresa constructora de la vecina provincia, encargada de la construcción de la escuela de Laguna Blanca, en el Norte de Belén, cerca de la localidad de Villa Vil.
A la salida de una curva el conductor perdió el dominio, y al salirse de la carpeta asfáltica, la camioneta volcó en forma espectacular y quedó sobre una de las banquinas, prácticamente destruida.
En uno de los tumbos, Julio Castellano y Walter Jiménez salieron despedidos y fueron aplastados por el mismo rodado. El conductor también salió del habitáculo y quedó tendido a un costado de la camioneta, mientras que el resto de los ocupantes permanecía dentro del rodado.
Efectivos de la subcomisaría de Villa Vil y de la departamental de Belén llegaron al lugar junto a una ambulancia en la que trasladaron en forma urgente a los heridos al hospital de Santa María.
Muñoz presentaba múltiple traumatismo de cráneo y diversas lesiones que ponían en riesgo su vida, por lo que su pronóstico era reservado.
Los otros tres obreros permanecían internados en el hospital de Santa María, fuera de peligro.