Indignadas por la situación, las mujeres se dirigieron a la casa del sospechoso, rociaron las habitaciones con alcohol y le prendieron fuego.
Después tomaron martillos y hierros, con los que comenzaron a destruir la construcción para exigir que “el violador y su familia se vaya del barrio”.
Luego llegaron efectivos de las comisarías Sexta y Novena, quienes solicitaron una dotación de bomberos y la Guardia de Infantería, pues el ambiente estaba cada vez mas caldeado.
Los bomberos tuvieron que negociar con las mujeres para que los dejen entrar a sofocar las llamas, aunque a todo esto ya habían destruido dos habitaciones.
Según se conoció ayer, el sujeto fue denunciado a principios de octubre, por la madre de un niño de 7 años, al que presuntamente hacía inhalar pegamento, y cuando estaba bajo sus efectos, aprovechaba para violar. Esta situación se habría reiterado en varias ocasiones, por lo que el fiscal Juan Pablo Morales, le atribuyó a Saavedra el delito de abuso sexual con acceso carnal continuado, y ordenó su detención.
Pero a todo esto el sujeto ya había desaparecido del barrio, hasta que ayer lo volvieron a ver.