Los policías de guardia acudieron rápidamente y pidieron colaboración a sus pares de Infantería.
Los menores sufrieron las consecuencias de la inhalación del humo, y tuvieron que ser trasladados al hospital de urgencias para recibir asistencia médica.
En menos de una hora ya estaban de regreso en las celdas, debido a que no tuvieron secuelas de gravedad