El mismo dio como resultado la detención de tres personas. El comisario Fernando Torres, titular de la División de Trata de Personas de la policía riojana informó a Radio Fénix que hay otros operativos en marcha.
Los allanamientos en la provincia de Córdoba habrían dado como resultado el rescate de dos jóvenes que eran obligadas a ejercer la prostitución.
El detalle
Según la policía hay cuatro sospechosos, tres están detenidos y el restante está prófugo de la Justicia Federal. Este último, es el dueño del prostíbulo que funcionaba en Labulaye.
En esta capital, una mujer fue detenida en el barrio 8 de Diciembre. Además, se hizo otro allanamiento en el barrio Hospital pero allí no hubo personas detenidas. La investigación fue realizada por la Unidad Trata de Personas de La Rioja y estuvo supervisada, por el juez Federal, Daniel Herrera Piedrabuena.
Entre las víctimas, hay dos jóvenes riojanas que estuvieron en el prostíbulo de Labulaye pero lograron salir de ese "infierno". Todas ellas, serán contenidas por el equipo de Asistencia a la Víctima del delito de Trata de Personas, área que pertenece al Ministerio de Justicia de la Nación.
La investigación, comenzó por una denuncia que registró el juez Federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena. La mujer, tuvo la valentía de contar lo que había sufrido junto con una amiga que la acompañó en el viaje.
Todo comenzó con un engaño, la víctima recibió una propuesta laboral para bailar en Córdoba, en un local nocturno. En un principio, la testigo dudó de aceptar el trabajo pero, ante la insistencia y promesa de pago de la persona que la buscó, decidió cumplir con la tarea ofrecida.
La joven, no quiso hacer sola el viaje e invitó a una amiga para que la acompañase. Las personas que la habían buscado para el trabajo, se encargaron de buscar los pasajes y tener todo listo para el viaje.
Según una fuente judicial, las jóvenes se trasladaron, en primer lugar, a la ciudad de Río Cuarto. Allí, se bajaron y subieron a otro colectivo que las trasladó a la localidad de Serrano, ubicada en el departamento Roque Sáenz Peña. Cuando llegaron a ese destino, volvieron a viajar y se dirigieron a la localidad de Labulaye. En este último sitio, la propuesta de trabajo se convirtió en un calvario.
Las jóvenes fueron recibidas por dos varones y una mujer. Estas personas, las obligaron (violentamente) a subir en un automóvil. La próxima parada, era el prostíbulo de Labulaye.
La fuente judicial consultada, dijo que las jóvenes riojanas fueron obligadas a ejercer la prostitución. Previo a esa circunstancia, las amenazaron con armas de fuego para que cumpliesen con "los pases". El término, hace referencia a las relaciones sexuales que deben mantener las mujeres que trabajan en un prostíbulo con sus clientes.
Una de las riojanas, intentó escapar del "infierno" pero fue descubierta. Su decisión, le costó una golpiza por parte de las personas que la tenían secuestrada.
Fuente: Radio Fenix La Rioja