El presidente del tribunal, Emir Caputo Tártara, aseguró a Télam que se trató de "ejecuciones por parte del joven", en tanto el abogado defensor del acusado, Nicolás Malpeli, adelantó que apelará la sentencia.
Por su parte, Bernasconi dijo tras escuchar la sentencia que su condena debe servir como "ejemplo" de lo que le sucede a los jóvenes de "su condición", en alusión a su homosexualidad, y sufren el rechazo de su familia.
"Yo exploté por afuera y maté a mi familia, hay otros que explotan para dentro y se suicidan", consideró el muchacho.
En la sentencia, los jueces resaltaron que el hecho de que Bernasconi recitara estrofas de la canción "Resistiré" cuando le dieron la oportunidad de pronunciar las últimas palabras del proceso demostró que era falso que estaba arrepentido.
Los fundamentos fueron expresados por Caputo Tártara y compartidos por unanimidad por los otros dos jueces del tribunal Gloria Berzosa y Juan Carlos Bruni.
El hecho que se le imputó ocurrió a las 7.30 del 26 de mayo de 2009 en la estancia "El Rosario", ubicada en el kilómetro 79 de la ruta 36, en Oliden, donde Bernasconi vivía junto a su madre Juana Alicia Pérez (60) y su hermano Carlos Martín Bernasconi (28).
Según señalaron los jueces en su sentencia, el acusado disparó con una carabina marca Mahely, calibre 22 largo, en contra de su madre, quien se encontraba frente a la mesada de la cocina, de espaldas al agresor, disparándole sin que la víctima lo advierta.
Los médicos determinaron que la mujer recibió un tiro desde corta distancia que ingresó en la parte posterior del cráneo, destruyó centros vitales y le provocó la muerte de inmediato.
Caputo Tártara entendió que, luego, el agresor atacó a su hermano, "quien se hallaba ordeñando en un corral distante de la casa, a quien también disparo con arma de fuego, de igual manera que en el caso anterior -es decir- a corta distancia, desde atrás y sin advertencia por parte de la víctima".
"La confesa condición de homosexual del imputado, carece de toda relevancia a los fines del objetivo análisis en la tarea de subsunción de hechos a derecho. Dicho de otra manera -aunque harto obvio, reitero- tal aspecto es ajeno e inocuo a los efectos de la aplicación de la norma que corresponda", dijo.
Es que el joven contó en su declaración ante los jueces que pese a que durante su infancia su madre le regalaba "vestidos, muñecas, bijouterí", por lo que "autitos no tenía" y que había crecido "como una nena", cuando fue más grande rechazaba la relación homosexual que él mantenía con un muchacho.
"Pero no estoy convencido que haya sido tan así. Tal vez en la rudeza del muchacho de campo pudo el hermano hacerle `cargadas pesadas` verbales o de hecho, tal como sucedía en el último supuesto con las descargas eléctricas (12 voltios usados en la electrificación de alambrados para el ganado) `para que se haga macho`", aseguró Caputo Tártara en la sentencia.
En el caso de la madre, los jueces entendieron que "pudo haberse sentido `socialmente` avergonzada por la ya palmaria evidencia de su hijo homosexual".
"Dijo el acusado que vivía un `infierno` en su casa, y que esto estaba dado por no aceptación de parte de su madre y hermano, de su condición de homosexual. Pero he aquí que ante evidencia objetiva, sus dichos no pasan más allá de ser una petición de principios", aclaró.
Sin embargo, explicó que "ni el propio imputado invocando dantescos infiernos pudo dar cuenta de agravios que excedieran el marco de cualquier discusión familiar, entre padres e hijos, o entre hermanos, sea cual fuera el tema de disputa, incluso apartándonos por lejos de la cuestión sexual".
"No se ha acreditado ni por lejos `el infierno` que dice haber vivido el acusado por su condición de homosexual, lo que lo habría determinado (por no tolerar más el sufrimiento) a asesinar a su madre y hermano", dijo Caputo Tártara.
Respecto al hecho, Bernasconi contó que la noche anterior a los crímenes había regresado al campo tras haber tomado mates con una amiga y que su madre y su hermano comenzaron a hostigarlo.
"¿Con quién te fue fuiste, con algún puto?, me dijeron.
Enseguida me fui a acostar. A las cinco sonó el despertador y siguió la discusión y las agresiones con frases:"Puto de mierda con quien te fuiste". Mi hermano me volvió a decir: "puto de mierda, con quien te fuiste". Yo sentí un calor en la cara, cuando me dijo:`por culpa tuya papá se murió`", dijo.
"Luego recuerdo todo borroso. Escucho el sonido de un tiro y lo veo caer a mi hermano. Luego alejado de casa, me veo con el arma en la mano, la tiro ahí nomas, me descompongo y luego empiezo a llamar por teléfono e invento lo del robo". Acá estoy ahora, arrepentido por el hecho, por no haberme ido de mi casa", explicó.
Sin embargo, a pesar de lo relatado, los jueces consideraron que "es sencillamente imposible" que la emoción violenta "hicieran excusable la conducta de Bernasconi".
Fuente: Telam
