Macabra, triste e irreversible. Los tres calificativos desnudan los aspectos más indecorosos de una historia policial, por la cual la Cámara de Apelaciones acaba de confirmar los procesamientos de una pareja, a punto de ser enviada a juicio.
Todo arrancó en el 2006, cuando la madre se puso se novia con un hombre, con quien fue a convivir al barrio El Polígono de la ciudad de Loreto. La mujer tenía tres hijos de su anterior pareja, entre ellos una niña de 11 años.
Todas las noches, la mujer salía a trabajar y retornaba al día siguiente. Entre el 2006 y 2008 su novio violó reiteradamente a la niña y neutralizó a los hermanitos a fuerza de palizas.
No conforme, una noche tomó del brazo a la niña y la llevó con amigos, quienes violaron a la niña y el padrastro cobró $ 30 a cada uno.
Ni siquiera el llanto de la menor lo conmovió. “Cerrá la boca. Sos tan p… como tu madre. Ni sueñen que yo voy a ir a trabajar”, fue el grito e insulto del individuo.
En forma sistemática, prosiguió con los ultrajes a su hijastra. En el 2008 la madre advirtió que su hija no estaba bien y después de mucho insistir, le arrancó la confesión: “Él me viola”, le confió la hija a la madre.
Para evitar nuevas vejaciones, la mujer y sus hijos marcharon al barrio Almirante Brown de Loreto, a la casa de un familiar. Sin que el novio pudiese evitarlo, la mujer salía todas las noches con su hija a trabajar. Hacían dedo en el Parque Sur y se trasladaban al 49, departamento Loreto, sobre la ruta 9.
En unas pocas noches, la madre adoctrinó a su hija en qué consistía su trabajo y dejó que ella resolviera si quería imitarla o no. La niña no tenía siquiera 13 años.
Así, la menor también se inició en la prostitución: la primera noche tuvo sexo con tres camioneros, a quienes cobró $ 40, $ 50 y $ 60.
Irritado al asumir que deseaban escaparse, el padrastro denunció a su pareja y logró que la policía la detuviese -con su hija- dentro de un camión, secuestrándole 9 preservativos, cremas y pastillas.
A modo de venganza, la mujer reveló a la Policía que su ex pareja violaba a su hija y provocó la detención del denunciante. Ella está acusada de promoción y facilitación de la prostitución, agravada por el vínculo, y él por abuso sexual agravado por su condición de guardador de la víctima. Esperan el juicio.
Fuente: elliberal.com.ar