El acusado esta mañana había pedido perdón a Dios, a su mujer, sus hijos, sus nietos, hermanos y a la Policía Federal en sus últimas palabras ante el Tribunal que lo juzga.
Tras esas palabras, Silvia Irigaray, madre de Maximiliano Tasca, una de las víctimas de la masacre, dijo a los gritos: "Ni Dios, ni la patria, te van a perdonar". (Télam)