Según adelantaron las autoridades de la SADA, habrá puntos de control ubicados en las vías más importantes y en horarios clave.
La ley provincial prohíbe "conducir automóviles particulares con un grado de alcoholemia superior a 0,50 gramos por litro de sangre, mientras que para las motos y ciclomotores el nivel permitido se reduce a 0,20 gramos".
Para los choferes de transportes de pasajeros y de carga el nivel de alcoholemia "debe ser 0 absoluto".
La SADA advirtió que un conductor que haya ingerido alcohol presenta una notoria disminución de los reflejos, fuerte fatiga, pérdida de la visión, falsa apreciación de las distancias y subestimación de la velocidad, además de perturbaciones en el comportamiento que pueden motivar maniobras peligrosas.