El dato surgió una madrugada en que el encargado del prostíbulo llegó a la comisaría, buscando a los policías González y Marcial, pero no los encontró y entonces les exigió que fueran al local, porque la menor pretendía
escaparse y ellos estaban para evitar problemas, porque “para eso les pagan”.
Fue en esa ocasión que se detectó la presencia de una menor de edad, de nacionalidad paraguaya, de 16 años, quien estaba ejerciendo la prostitución.
El dato fue corroborado por otro testigo, quien dijo haber concurrido en dos ocasiones al local, donde requirió los servicios de la adolescente, a quien le pagó $ 20 en cada oportunidad.
Mañana el proceso entrará en su etapa definitoria, con los alegatos de las partes.