Al parecer los malhechores rompieron los candados de dos talleres, luego ingresaron y se apoderaron de cuatro amoladoras, dos taladros, varios destornilladores, entre otras varias herramientas.
Estos elementos eran usados a diario por los alumnos, quienes estaban fabricando bancos para el establecimiento.
Además se supo que algunas herramientas habían sido adquiridas hace poco tiempo, luego del segundo robo en el que los delincuentes se llevaron todo.
La escuela había logrado reponer algunos materiales perdidos, mientras que los docente, pusieron sus propias herramientas para poder seguir con las clases.